Esta localidad se encuentra sobre la margen norte del río del mismo nombre que nace en el lago Fontana. Este nombre habría sido tomado de una expedición que descubrió la zona y significa “paso del río”. Este vocablo tehuelche (sengel – singer) haría referencia a un vado y no al río mismo.

Antiguamente el pueblo se llamaba Paso Schultz, en honor a la primera persona que instaló una casa fonda en el lugar (Máximo Schultz – 1915), y contaba con escasas edificaciones entre las que se pueden mencionar una escuela, una herrería y algunas casas de familia. La única manera de movilizarse por aquellos años eran las gigantescas carretas tiradas por caballos y los caminos eran nada más que huellas angostas y desparejas. Pero éstos no eran los únicos obstáculos por aquellos tiempos, por entonces no existían los puentes ni las alcantarillas entonces se transformaba en un verdadero desafío atravesar el río Senguer, que aunque no muy ancho pero si caudaloso corría en varios brazos y fue en este lugar donde se estableció un paso: Paso Schultz.

Los alrededores de ésta región estaba poblada por estancias chicas, las que después se transformaron en grandes establecimientos y éstos pequeños hacendados se trasladaron al pueblo para instalarse.

Era costumbre de cada familia, llegados los meses de abril/mayo, de proveerse de los víveres más necesarios ya que después de ésta época se paraba todo el trafico hasta la primavera.

El jusgado de paz se instaló en el año 1924, con su respectivo juez, Gregorio Lamadrit. Fue este un gran adelanto ya que cuando los pobladores tenían que realizar algún tramite ante las autoridades, debían viajar hasta Ensanche Sarmiento (hoy Facundo), recorriendo una distancia de 130 Km. que no la hacían en el día y como las comodidades eran pocas no eran viajes muy gratos.

Mas tarde dos grandes acontecimientos ocurrieron, el primero, fue una comisaría con su personal lo que ya brindaba una cierta seguridad en ésta inmensa región patagónica y luego la llegada del primer automóvil que traía la correspondencia y también llevaba pasajeros, lo trajo Victorino Cabrejas. Fue entre 1925 y 1926.

Con el paso del tiempo, más personas se trasladaron desde el campo hacia este lugar para poder enviar a sus hijos a la escuela y buscando otras alternativas de trabajo. Recién en 1943, más precisamente el 1 de abril se creó la primera “Comisión de fomento” y se proclamó pueblo para luego asignarle el nombre de Alto Río Senguer. Es en este momento que comienzan las mensuras de los terrenos y la consolidación del pueblo.

Dos años después, en 1945 se concreto la creación de una oficina de correos y en 1949 se concluye con la construcción de un edificio escolar más amplio, con instalaciones más modernas. Por éstos días también fueron construidos el edificio municipal y un chalet para docentes que venían desde lejos.