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Lugares y actividades turísticas
Barrancas
Turismo aventura, eco-turismo,
turismo rural y
turismo deportivo.
Casacada de Huinganco
Tomando por la Ruta Provincial Nº 53, se encontrará inmerso en un imponente paisaje compuesto por un..
Tomando por la Ruta Provincial Nº 53, se encontrará inmerso en un imponente paisaje compuesto por un conjunto de caprichos de la naturaleza, que bordean al río que le da nombre a esta localidad. Enmarcado en una imponente cadena montañosa que se entrelaza ante sus ojos, encontrará diminutos parajes escondidos, en los que parece haberse detenido el tiempo; un sinnúmero de arroyos que buscan desembocar en el Río Barrancas, se convertirán en bellos obstáculos que vadean la ruta; transparentes lagunas; e imponentes saltos de agua, que lo harán sentirse diminuto ante tanta inmensidad.
La ruta esta conformada en su mayoría por ripio, lo que se presenta como un inconveniente para la realización de esta inolvidable excursión, pero se ve totalmente recompensado ante la magnificencia de los paisajes que componen a esta travesía.
El primer punto imperdible, al que podrá acceder es la Cascada de Huinganco, distante a unos 50 km. desde el punto de partida, la localidad de Barrancas. Este salto majestuoso de cristalinas aguas, inmerso en un ambiente semimontañoso, parece salido de un espejismo más que del deshielo de las trasformadas nieves de los cerros circundantes. A sólo 1 km. desde la cascada, sobre la margen izquierda del camino, tendrá la oportunidad de maravillarse con las formaciones rocosas que con la ayuda de las lluvias y a los vientos que azotan a la zona, le han dado el perfil de un castillo medieval. Este lugar es conocido por los lugareños como el Castillo de Los Caciques, punto panorámico que muestra una vista única desde su cumbre. El lugar requiere dedicarle unas cuantas horas para realizar la travesía, y para encontrar allí el verdadero espíritu del silencio.
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Cascada de Huinganco
Tomando por la Ruta Provincial Nº 53, se encontrará inmerso en un imponente paisaje compuesto por un..
Tomando por la Ruta Provincial Nº 53, se encontrará inmerso en un imponente paisaje compuesto por un conjunto de caprichos de la naturaleza, que bordean al río que le da nombre a esta localidad. Enmarcado en una imponente cadena montañosa que se entrelaza ante sus ojos, encontrará diminutos parajes escondidos, en los que parece haberse detenido el tiempo; un sinnúmero de arroyos que buscan desembocar en el Río Barrancas, se convertirán en bellos obstáculos que vadean la ruta; transparentes lagunas; e imponentes saltos de agua, que lo harán sentirse diminuto ante tanta inmensidad.
La ruta esta conformada en su mayoría por ripio, lo que se presenta como un inconveniente para la realización de esta inolvidable excursión, pero se ve totalmente recompensado ante la magnificencia de los paisajes que componen a esta travesía.
El primer punto imperdible, al que podrá acceder es la Cascada de Huinganco, distante a unos 50 km. desde el punto de partida, la localidad de Barrancas. Este salto majestuoso de cristalinas aguas, inmerso en un ambiente semimontañoso, parece salido de un espejismo más que del deshielo de las trasformadas nieves de los cerros circundantes. A sólo 1 km. desde la cascada, sobre la margen izquierda del camino, tendrá la oportunidad de maravillarse con las formaciones rocosas que con la ayuda de las lluvias y a los vientos que azotan a la zona, le han dado el perfil de un castillo medieval. Este lugar es conocido por los lugareños como el Castillo de Los Caciques, punto panorámico que muestra una vista única desde su cumbre. El lugar requiere dedicarle unas cuantas horas para realizar la travesía, y para encontrar allí el verdadero espíritu del silencio.
Tel. Secretaría de Estado, Producción y Turismo (02948) 482027
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Laguna Cari-Lauquen y Pitra-Lauquén
A 66 km. de Barrancas, siguiendo la ruta 53 se encuentra un lugar tocado por una mano divina, la..
A 66 km. de Barrancas, siguiendo la ruta 53 se encuentra un lugar tocado por una mano divina, la laguna Cari-Lauquen, en mapudungun, laguna verde. Este espejo de agua, está íntimamente ligado a la historia de la comunidad, ya que fue el origen de la inundación de 1914, cuando el dique natural que mantenía la gran maza de agua se debilitó, erogando una fuerte cantidad de agua río abajo. A las pocas horas el nivel del agua había descendido 95 metros, modificando mucho la tipografía del lugar. El torrente de agua arrasó con todo a su camino, llevando consigo aquellas construcciones que se asentaban a la vera del río. En la ladera de los cerros, a los lados del camino, aún se puede observar el nivel que tuvo la laguna antes de variar su figura.
El episodio a su vez modificó las características del suelo, volviendo fértil y colorido al valle que rodea el ahora sinuoso río. Esta fecundidad del suelo, ha promovido el asentamiento de varios pobladores que ayudan a dar más colorido a estos verdes prados que atraviesan las pétreas montañas.
Siguiendo unos 10 km., siempre por la ruta anteriormente recorrida, se encontrará con un espejo de agua situado entre quebradas y cerros, la Laguna Pitra – Lauquén, pequeño paraíso elegido por patos, taguas y cauquenes para alimentarse en un lugar silencioso, que sólo parece romper esta rutina por el canto de los teros que eventualmente se acercan a sus costas. Desde sus límpidos cielos todo es controlado por los reyes de las alturas, los cóndores, que con sus alas desplegadas engalanan aún más a este pequeño jardín idílico.
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Laguna Cari-Lauquen y Pitra-Lauquén
A 66 km. de Barrancas, siguiendo la ruta 53 se encuentra un lugar tocado por una mano divina, la..
A 66 km. de Barrancas, siguiendo la ruta 53 se encuentra un lugar tocado por una mano divina, la laguna Cari-Lauquen, en mapudungun, laguna verde. Este espejo de agua, está íntimamente ligado a la historia de la comunidad, ya que fue el origen de la inundación de 1914, cuando el dique natural que mantenía la gran maza de agua se debilitó, erogando una fuerte cantidad de agua río abajo. A las pocas horas el nivel del agua había descendido 95 metros, modificando mucho la tipografía del lugar. El torrente de agua arrasó con todo a su camino, llevando consigo aquellas construcciones que se asentaban a la vera del río. En la ladera de los cerros, a los lados del camino, aún se puede observar el nivel que tuvo la laguna antes de variar su figura.
El episodio a su vez modificó las características del suelo, volviendo fértil y colorido al valle que rodea el ahora sinuoso río. Esta fecundidad del suelo, ha promovido el asentamiento de varios pobladores que ayudan a dar más colorido a estos verdes prados que atraviesan las pétreas montañas.
Siguiendo unos 10 km., siempre por la ruta anteriormente recorrida, se encontrará con un espejo de agua situado entre quebradas y cerros, la Laguna Pitra - Lauquén, pequeño paraíso elegido por patos, taguas y cauquenes para alimentarse en un lugar silencioso, que sólo parece romper esta rutina por el canto de los teros que eventualmente se acercan a sus costas. Desde sus límpidos cielos todo es controlado por los reyes de las alturas, los cóndores, que con sus alas desplegadas engalanan aún más a este pequeño jardín idílico.
Tel. Secretaría de Estado, Producción y Turismo (02948) 482027
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Puerta de Barranca y Laguna Negra
A pesar de la distancia de 91 km. desde Barrancas, éste lugar tiene tanta magia que quienes lo..
A pesar de la distancia de 91 km. desde Barrancas, éste lugar tiene tanta magia que quienes lo conocen aseguran que Dios, en el séptimo día, eligió este sitio para descansar. El paseo comienza con el encuentro con el arroyo Trobunco, curso de agua que se desliza entre las rocosas cuestas de las montañas, y que en sus aguas alberga a escurridizas truchas.
Unos kilómetros más adelante, en el paraje Puerta de Barrancas, deberá dejar el vehiculo, para emprender una emocionante travesía en un transporte más agreste, el caballo. Este recóndito lugar es elegido por un grupo de pobladores, que han preferido una vida de sacrificios climáticos a cambio de una tranquilidad absoluta. Allí deberá consultar con los lugareños para el alquiler de los equinos y el acompañamiento, casi obligatorio, si se quiere adentrar en una inolvidable aventura que lo conducirá hasta la Laguna Negra, distante a unas 4 horas de cabalgata. Este medio de transporte le permitirá apreciar con más detalle, los pequeños regalos que la naturaleza le ofrece a través de los aromas de sus flores, sus contrastantes colores y la pureza del ambiente que parece hacer estimular a sus sentidos.
El camino a la laguna lo sumergirá en un inolvidable escenario rodeado de cerros y arroyos como el Nevado o el Curamillo, cuyas aguas se regocijan con los peces que bucean en sus transparentes y rocosos causes.
Ya llegando a la culminación del viaje, numerosas vertientes florecen a sus pies, en un suelo cubierto por finísima piedra pómez que permiten la filtración desde la laguna. Una vez en la laguna las coloridas aves que la utilizan sólo para refrescarse, ya que no existe vida subacuatica en ella, lo dejarán atónito.
Otra de las opciones, y que no es para nada despreciable, es permanecer en el paraje para degustar algún chivito patagónico acompañado de un buen vino (llévelo usted) y de pan casero, este sí se puede conseguir allí.
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Puerta de Barranca y Laguna Negra
A pesar de la distancia de 91 km. desde Barrancas, éste lugar tiene tanta magia que quienes lo..
A pesar de la distancia de 91 km. desde Barrancas, éste lugar tiene tanta magia que quienes lo conocen aseguran que Dios, en el séptimo día, eligió este sitio para descansar. El paseo comienza con el encuentro con el arroyo Trobunco, curso de agua que se desliza entre las rocosas cuestas de las montañas, y que en sus aguas alberga a escurridizas truchas.
Unos kilómetros más adelante, en el paraje Puerta de Barrancas, deberá dejar el vehiculo, para emprender una emocionante travesía en un transporte más agreste, el caballo. Este recóndito lugar es elegido por un grupo de pobladores, que han preferido una vida de sacrificios climáticos a cambio de una tranquilidad absoluta. Allí deberá consultar con los lugareños para el alquiler de los equinos y el acompañamiento, casi obligatorio, si se quiere adentrar en una inolvidable aventura que lo conducirá hasta la Laguna Negra, distante a unas 4 horas de cabalgata. Este medio de transporte le permitirá apreciar con más detalle, los pequeños regalos que la naturaleza le ofrece a través de los aromas de sus flores, sus contrastantes colores y la pureza del ambiente que parece hacer estimular a sus sentidos.
El camino a la laguna lo sumergirá en un inolvidable escenario rodeado de cerros y arroyos como el Nevado o el Curamillo, cuyas aguas se regocijan con los peces que bucean en sus transparentes y rocosos causes.
Ya llegando a la culminación del viaje, numerosas vertientes florecen a sus pies, en un suelo cubierto por finísima piedra pómez que permiten la filtración desde la laguna. Una vez en la laguna las coloridas aves que la utilizan sólo para refrescarse, ya que no existe vida subacuatica en ella, lo dejarán atónito.
Otra de las opciones, y que no es para nada despreciable, es permanecer en el paraje para degustar algún chivito patagónico acompañado de un buen vino (llévelo usted) y de pan casero, este sí se puede conseguir allí.
Tel. Secretaría de Estado, Producción y Turismo (02948) 482027
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