En 1908 se sancionó la ley Nº5.559 (Ley de Fomento de Territorios Nacionales), siendo uno de sus objetivos la valorización de las tierras fiscales con obras públicas en vías de comunicación. El Poder Ejecutivo era el encargado de estudiar, construir y explotar las distintas líneas férreas. Se llevó a cabo durante la presidencia de José Figueroa Alcorta y el ministro de Obras Públicas Ezequiel Ramos Mejía, con la idea de fortalecer y fomentar el poblamiento de este sector de la Patagonia, sin duda, con un sentido geopolítico y estratégico.

Entre las líneas proyectadas estaba la que, partiendo desde Puerto Deseado, debía llegar hasta el Nahuel Huapi, como parte de un sistema ferroviario patagónico que desde el citado lago se comunicaría con San Antonio Oeste y desde allí, vía el Ferrocarril del Sur, llegaría a Buenos Aires, vinculando los centros cordilleranos con los puertos atlánticos y, además, promoviendo desde el Estado la radicación de pobladores en la Región Sur.
A comienzos de la década de 1920, regía en la Patagonia una estructura formada por latifundistas ingleses, dueña de inmensas extensiones de campo, que imponía su ley en base a su conveniencia.

Los obreros que allí trabajaban lo hacían en pésimas condiciones de higiene y por más de 12 horas diarias. En este contexto nos ubicamos para entender lo desmesurado de la represión que transformó en sangrientas las huelgas rurales de 1920 y 1921.

José Soto logró federar a los trabajadores de distintos sectores, quienes conformaron La Sociedad Obrera de Río Gallegos, y en noviembre de 1920 formulan un pliego de condiciones por las pésimas viviendas y los bajos salarios de los peones rurales. Este fue rechazado por la Sociedad Rural, desencadenando una huelga general en toda la provincia de Santa Cruz.

Estas demandas, más débiles que exageradas, son las que originaron la huelga. Los trabajadores piden entonces a un hombre de confianza que los represente en sus reclamo, y este hombre era José Font, más conocido como Facón Grande, quien acepta y se pone al frente de las columna de los huelguistas del norte de la provincia. Por otra parte, el teniente coronel Varela recibe la orden de terminar con las huelgas patagónicas, y en su desesperación por cumplirla atrae a Facón Grande con la excusa de negociar el fin del reclamo, pero cuando este llega a Jaramillo, lo detiene sin mediar palabra y luego lo fusila junto a otros obreros.

Fue el fin de un gaucho entrerriano que dio su vida en defensa de los derechos de los trabajadores santacruceños.
Luego de ese trágico desenlace, los estancieros pidieron al Ejército que no fusilara a más obreros, por temor a quedarse sin mano de obra para la esquila que ya se avecinaba


Si bien ya existían en el lugar asentamientos previos, es indudable que el trazo ferroviario, que comienza a construirse el 22 de junio de 1909, trae aparejada la creación de Jaramillo, Fitz Roy y otras localidades hermanas, que recién por decreto del 11 de julio de 1921 –firmado por el presidente Hipólito Yrigoyen– formalizó que se reservaran los lotes cercanos a las estaciones para la conformación organizada de los núcleos urbanos.

Las estaciones Piedra Clavada, Minerales, Tehuelches, Ramón Lista, Cerro Blanco, Antonio de Biedma y Pampa Alta se han perdido definitivamente en el tiempo (habiendo sido también incluidas en el decreto presidencial de 1921). Las restantes, Koluel Kaike y Tellier, perviven como pequeños caseríos, ya que no aglutinaron población durante el auge lanero y del ferrocarril ni en el período de desarrollo de la economía petrolífera, mientras que Pico Truncado y Las Heras, junto a Puerto Deseado, la estación cabecera del ramal, fueron las ciudades que más se desarrollaron durante el transcurso del siglo XX, incluyendo, en mucho menor escala, a Jaramillo y Fitz Roy.

El ferrocarril fue clausurado el 14 de febrero de 1978, durante el gobierno militar. En 1994, durante el gobierno de Menem a nivel nacional y Kirchner a nivel provincial–, se dio el traspaso de las instalaciones a la Provincia de Santa Cruz.

Hoy, la figura de este hombre y sus compañeros rurales se guarda en la memoria del pueblo santacruceño. A 7 kilómetros de Jaramillo se levanta un monumento reivindicatorio, en el cruce de las rutas nacionales Nº3 y Nº281. En la localidad mencionada se filmaron escenas de la película argentina La Patagonia Rebelde, basada en la obra del escritor Osvaldo Bayer y dirigida por el cineasta Enrique Olivera.