Que el Valle 16 de Octubre y los cerros que lo rodean son dueños de una belleza especial no es novedad. Pero que que se puede disfrutar de postales inifinitas desde el aire sí lo es. Los vuelos de bautismo que ofrece Patagonia Bush Pilots permiten vivir una experiencia única.

Los vuelos parten del aeródromo de Trevelin. Desde el momento en que se realiza el chequeo hasta que se aterriza, insumen aproximadamente media hora, la mitad de ese tiempo en el aire.
Se puede optar por un vuelo clásico, que sobrevuela los principales atractivos de la región, en los límites del Parque Nacional Los Alerces, sobre los ríos Grande y Percy.
Además, se puede optar por vuelos con un poco más de adrenalina, en los que se hacen algunas maniobras solo aptas para aventureros.

Incluso, los días en los que no hay viento es posible acercarse a las cumbres de los cerros icónicos de la región como el Trono de las Nubes, los Valientes o La Monja.
Si bien el circuito habitual sobrevuela la Estación Experimental del INTA, el campo de Peonías, el Río Grande, Los Cipreses, la Hidroeléctrica Futaleufú y las Cascadas Nant y Fall, entre otros, también están disponibles los vuelos a medida: solo hay que decirle a Ezequiel, propietario y piloto de Patagonia Bush Pilots, a dónde uno quiere volar y hacia allí se parte.

Para completar la experiencia, el avión de Patagonia Bush Pilots está equipado con un sinfín de cámaras gracias a las que no solo se captan paisajes únicos, sino que es posible verse a uno mismo con ese rostro de felicidad plena que regala ver el mundo desde el aire.